Brunch en Harturo, un lugar que para mi gusto es uno de los más lindos para situarse en las mesitas que están fuera del mismo (un pasaje con reminiscencias parisinas) y que ahora le suma un salón interno mejorado. Pero vamos a la comida, son 3 pasos con varias opciones en cada uno, arrancamos con unos huevos benedict (que en la carta figuran como benedictinos, pero seguiremos la acepción que se lo adjudica a Mr. Benedict y deja fuera del asunto a los monjes aficionados a los licores), muy buena la presentación y el gusto del muffin.
Como segundo paso pedimos una hamburguesa de cordero con coleslaw y batatas (muy rica y tierna la hamburguesa y el pan) y langostinos con una ensalada de rúcula, gajos de naranja y pomelo y palta, con un aliño muy suave de ajo, la combinación es muy fresca.
Para terminar un cheesecake y una torta de chocolate con frutillas.
Acompañamos con sendos spritz, agua mineral y café. El lugar tiene muy buena ambientación (ideal para una cita sin caer en el kitsch) y la atención es impecable sin ser molesta (cambio de cubiertos y platos en cada paso y repaso de la mesa para sacar miguitas y etcéteras) más detalles como tener una mesa auxiliar para bebidas en las mesas más chicas. Costo $ 360 por persona. Aceptan tarjeta de crédito.
PD1: Nos queda pendiente ir a cenar, se veía en el menú varias opciones muy interesantes
PD2: Extrañare la espinaca con hinojos gratinados y el gravlax de syrop & folie, pero bienvenidos los huevos benedict!
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