domingo, 31 de enero de 2016

Sudestada - Guatemala 5602

Dentro de los lugares dedicados a la comida del sudeste asiático, Sudestada es uno de los más clásicos en Buenos Aires, había ido hacía unos años y si bien me gustó no me llamo demasiado la atención, esta vez mi impresión fue bien distinta.
Comimos dos entradas unos Nem de Cerdo, una especie de croqueta alargada rebozada en panko que se come envuelta en hojas de lechuga, vienen 4 en la porción, excelentes y unos dumplings de cerdo y langostinos muy sabrosos, las dos entradas son abundantes.




De principales un Bo Xao Luc Lac (Salteado de Carne estilo vietnamita) y una Arañita en marinada momofuku que viene acompañada por una especie de "kimchi", va con las comillas porque parece que cuando le decian kimchi estuvieron a punto de ser ajusticiados por la comunidad coreada (por suerte el tema no llegó a oídos de Kim Il Jong), ambos platos también muy bien elaborados y buenas porciones.



De postre pedimos una cremme brulee, lo único que no nos convenció, viene con unas láminas de pera caramelizada muy ricas, pero la consistencia es demasiado sólida (tipo flan industrial), medio sosa y sin la capa de caramelo superior.


El ambiente es agradable aunque un tanto juntas las mesas (muy minimalista) y la atención es correcta, para comer dos podríamos haber prescindido de una entrada o un principal y en la mayoría de los platos se puede elegir el grado de picante o viene en una salsa aparte. Para acompañar un vino que siempre me gusta para este estilo de comida, un Torrontés de Yacochuya (tienen una interesante carta de vinos, más cervezas y tragos, un gin tonic va muy bien con esta comida). Pagamos $ 1200 (2 personas) incluyendo agua y cafés



jueves, 7 de enero de 2016

La Esperanza de los Ascurra - Vicente Lopez 1661 (Pasaje del Correo)

El Pasaje del Correo es uno de los rincón muy lindo de Buenos Aires, que conocí cuando albergaba a Sirop & Folie (hoy Harturo), lugar en el que disfrute varios brunchs en el 2015 y siempre me quedaba admirando un departamento que estaba en alquiler (y fantaseando con mudarme al mismo). Bueno resulta que en ese departamento hace poco inauguraron una sucursal de La Esperanza de los Ascurra y nos dimos una vuelta para ver de que se trata.

El lugar es sencillamente hermoso, un departamento antiguo, muy bien conservado, con muy lindo ambiente. Vamos a la comida, es un lugar de tapas españolas, tanto frías como calientes y con la posibilidad de acompañarlas con cervezas, vino o tragos. Nosotros pedimos lo siguiente: gambas empanadas con dos salsas (una tipo alioli y otra picante), berenjenas al escabeche, mollejas, aceitunas condimentadas y tortilla (lo único que no me convenció ya que viene fria y en esa temperatura me gusta más baja y seca)





Todos los platos vienen en tres tamaños (tapa, 1/2 ración y ración, nosotros pedimos todos en media ración), la carta de vinos es corta, con opción de vino de la casa. Elegimos un Torrontés Gran Linaje de Etchart, con un agua mineral y café, pagamos $ 700. Me parece una buena opción en la zona.



Sunae Asian Cantina - Humbolt 1626

La novedad ya por si misma suena prometedora, Cristina Sunae que durante varios años estuvo al frente de uno de los mejores puertas cerradas de Buenos Aires, abre un restaurante al público, con lo cual con otros 4 amigos dispuestos a doblegar el sopor de la primer semana de enero fuimos a conocerlo.

El lugar es muy lindo, decoración sencilla y prolija, la parte de adelante del salón más preparada para grupos de 6 a 8 personas y la parte trasera para parejas y grupos más chicos, en medio una barra pequeña y la cocina a la vista. Un detalle siempre hay buena música acompañando a un volumen agradable. 

El cambio mayor de su propuesta anterior es que el menú es a la carta, 5 platos chicos, 3 platos grandes y 3 postres, una buena carta de vinos a precios muy razonables. 

Pedimos 3 entradas (de las que luego repetimos dos), el Chori-Pao (un chorizo filipino en pan al vapor con kimchi de pepino), el Adobo Pao (cerdo braseado con alioli y pickles) y Talong (una berenjena asada, con leche de coco, chiles, cebolla morada y chips de batata y plátano), excelentes los tres platos, pero debo confesar que yo iniciaría una dieta a base de ambos Pao sin mayores objeciones.



Seguimos con los 3 platos grandes; Sizzling Sisig (panceta, orejas y morro de cerdo en sartén de hierro con huevo y pickles acompañado de arroz al ajo), buenísima la presentación y el gusto del cerdo que viene deshecho y con algunos chicharrones; Langostinos grillados con salsa de tamarindo (de buen tamaño y con una sala dulce/ácida y con algo de picante) y Bun Thit Nuong (Bondiola grillada con fideos de arroz), muy rico el marinado de la bondiola y la combinación con las hierbas y maní.



También pedimos los 3 postres: key lime pie (acompañado con un helado de té verde), muy bueno tanto la crema como la base que tenia una consistencia perfecta, mis amigos pidieron Halo Halo (una combinación de frutas frescas, granitas y galleta servida en vaso y Cobbler (un postre similar al crumble de manzanas)



En resumén, una muy buena cena, las preparaciones normales vienen con un picor moderado a suave (pero se puede pedir mayor intensidad), los conocedores siempre dicen que hay que ir a los restaurantes después de un par de meses abierto para dar tiempo a que se resuelvan los primeros desajustes, en este caso se puede ir ya, arrancó en muy buen nivel. La única crítica que haría es que para mi gusto falta algún plato principal con pescado. El precio $400 por persona (contando las 5 entradas, 3 principales, 5 postres, 2 vinos Punta de Flechas - Corte, agua mineral y té). Recomiendo para ir y volver unas cuantas veces.